lunes, 16 de agosto de 2010

La reencarnacion-Formacion del cuerpo fisico


El organismo de los reencarnantes, en su expresion mas densa, proviene del cuerpo de los padres, que les sustentan la vida y crean sus caracteristicas con su propia sangre, pero para el servicio de la reproduccion de las formas,no debemos ver la subversion de los principios de la libertad espiritual. Por eso mismo, la criatura terrena hereda tendencias y no cualidades. Las primeras, cercan al hombre que renace, desde los primeros dias de la lucha, no solo en su cuerpo transitorio, sino tambien en el ambiente general en que fue llamado a vivir, perfeccionandose, las segundas, resultan de la labor individual del alma encarnada, en la defensa, educacion y perfeccionamiento de si misma en los circulos de la experiencia. Si el espiritu reencarnado estima las tendencias inferiores, (negativas) , las desenvolvera al reencontrarlas dentro del nuevo cuadro de la experiencia humana, perdiendo un tiempo precioso y menospreciando la sublime oportunidad de evolucionar. Pero, si el alma que regresa al mundo permanece dispuesta al servicio de la auto evolucion, se sobrepondra a cualquier exigencia innoble del cuerpo o del ambiente, triunfando sobre las condiciones adversas y obteniendo titulos de victoria de la mas alta significacion para la vida eterna. En sana conciencia, por tanto, nadie se puede quejar de fuerzas destructoras o de circunstancias asfixiantes, refiriendose al circulo en que renacio. Habra siempre, dentro de nosotros, la Luz de la libertad intima indicandonos la evolucion. Practicando la subida espiritual, mejoraremos siempre.
No se ignora que el cuerpo humano tiene sus actividades propiamente vegetativas, pero tal vez aun no se sepa que el cuerpo periespiritual que da forma a los elementos celulares, esta fuertemente radicado en la sangre. En la organizacion fetal, el patrimonio sanguineo es una dadiva del organismo materno. Despues del nacimiento, se inicia el periodo de asimilacion diferente de las energias organicas, en que el "yo" reencarnado ensaya la consolidacion de sus nuevas experiencias y solamente a los siete años de vida comun, comienza a presidir por si mismo, el proceso de la formacion de la sangre, elemento basico de equilibrio al cuerpo periespiritual o forma preexistente, la sangre por tanto, es como si fuera el fluido energetico que nos fija las actividades en el campo material y en su flujo y reflujo incesantes en la organizacion fisiologica, nos suministra el simbolo del eterno movimiento de la reencarnacion. Cuando su circulacion deja de ser libre, surge el desequilibrio o enfermedad, y si surgen obstaculos que impiden su movimiento o circulacion de manera absoluta, sobreviene entonces la extincion del tonus vital en el campo fisico, al cual sigue la muerte con la retirada inmediata del alma.
Sin atender a las pesadas responsabilidades que le competen en la preservacion del cuerpo fisico, ningun hombre podra realizar el progreso espiritual. El espiritu renace en la carne para la produccion de valores divinos en su naturaleza, pero no se puede atender a semejante imperativo, destruyendo la maquina organica, base fundamental del servicio a realizar. El cuerpo terrestre es tambien patrimonio heredado hace milenios y que la humanidad viene perfeccionando a traves de los siglos. El plasma, sublime construccion efectuada al influjo energetico con agua del mar en epocas primitvas, es el fundamento primordial de las organizaciones fisiologicas. Volviendo a la tierra, tenemos que aprovechar la herencia, mas o menos evolucionada en el cuerpo humano. No se desconoce ademas que mientras nos movemos en la esfera de la carne, somos criaturas marinas respirando en tierra firme. En el proceso vulgar de la alimentacion, no podemos prescindir de la sal, nuestro mecanismo fisiologico en rigor, se constituye del sesenta por ciento de agua salada, cuya composicion es casi identica a la del mar, constituida por las sales de sodio, de calcio y de potasio. En la esfera de acticidad fisiologica del hombre reencarnado, se encuentra el sabor de la sal en la sangre, en el sudor, en las lagrimas, en las secreciones. Los corpusculos aclimatados en los mares mas calientes viviran a su gusto en el liquido organico. Son verdaderas sorpresas de comparacion analogica las que podriamos citar en este sentido. Al renacer en la superficie del mundo, recibimos con el cuerpo, una herencia sagrada cuyos valores precisamos preservar, perfeccionandolo. Las fuerzas fisicas deben evolucionar al igual que nuestras almas. El hombre del futuro comprendera que sus celulas no representan apenas segmentos de carne, sino compañeras de evolucion acreedoras de su reconocimiento y auxilio efectivo, sin ese entendimiento de armonia en el imperio organico es inutil procurar la paz, en realidad es siempre penoso volver a la carne despues de haber disfrutado de las regiones de la libertad plena del espiritu.
Hablamos de la forma preexistente, significando en ella el modelo de la configuracion tipica o mas propiamente el "uniforme humano".Los contornos y demas detalles anatomicos van a desenvolverse de acuerdo con los principios de equilibrio y con la ley de la hereditariedad. La foma fisica futura dependera de los cromosomas paternos y maternos adicionando ademas a ese factor primordial la influencia de los moldes mentales de la madre, y la actuacion del propio reencarnado. Los contornos anatomicos de la forma fisica, deformes o perfectos, largos o cortos, bellos o feos forman parte de los estatutos educacionales, por eso mismo en su desenvolvimiento embrionario, el futuro cuerpo del hombre no puede ser distinto de la formacion del reptil o del pajaro. Lo que opera la diferenciacion de la forma, es el valor evolutivo contenido en el molde periespiritual del ser que toma los fluidos de la carne, asi pues, al regresar a la esfera densa, es indispensable recapitular todas las experiencias vividas en el largo drama de nuestro perfeccionamiento,es decir despues de la forma microscopica de la ameba, surgiran en el proceso fetal las señales de la era acuatica de nuestra evolucion y asi en adelante por todos los periodos de transicion o estaciones de progreso que la criatura traspuso ya en la incesante jornada de perfeccionamiento, dentro de la cual nos encontramos ahora, en la condicion de humanidad.
Alena





No hay comentarios:

Publicar un comentario