jueves, 3 de noviembre de 2011

Malta, el secreto mejor guardado de la historia



En Malta hay mucho que descubrrir; 7.000 años de Historia y magníficas playas. Una isla que huele a Historia en el corazón del Mediterráneo.


Con sus megalitos, sus mazmorras medievales y la cueva de Calipso, las islas maltesas son míticas y en ellas encontramos numerosas leyendas y restos de todas las culturas que durante la Historia han dejado su imborrable huella en estas tierras bañadas por las tibias aguas mediterráneas. Un pasado que todavía sigue adherido a las piedras y que respiramos paseado por las sinuosas y estrechas callejuelas de sus pueblos y ciudades que serpentean entre multitud de catedrales renacentistas y palacios barrocos. El entorno natural de las islas posee las estructuras construidas por el hombre más antiguas de todo el mundo, por lo que han sido descritas acertadamente como un museo al aire libre.

El archipiélago maltés yace prácticamente en el centro del Mediterráneo; Malta está a 93 km del sur de Sicilia y a 288 km del norte de África. Este archipiélago está formado por tres islas: Malta, Gozo y Comino, con una población total de 400.000 habitantes en una extensión de 316 km2 y una costa de 196,8 km (sin incluir los 56,01 km de la isla de Gozo)

La Orden de Malta


La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, fundada en el Siglo XI, fue la primera orden militar. Los caballeros debía demostradas su linaje noble (regla ancestral vigente hasta 1990) y se distribuían en capítulos nacionales denominados langues, cuyo jefe supremo era el Gran Maestre. Tras la caída de Jerusalén a finales del siglo XIII, los caballeros construyeron una fortaleza en la isla de Rodas. A pesar de que en 1480 el Gran Maestre Pierre d’Aubusson salió victorioso del asedio otomano a Rodas, los turcos expulsaron a los caballeros en 1522.

En 1530, el Emperador del Sacro Imperio Romano Carlos V, a cambio del tributo anual de un halcón Maltés vivo, ofreció a estos caballeros las islas maltesas donde se instalaron durante más de dos siglos. Lucharon contra los turcos durante el Gran Asedio de 1565, construyeron la cuidad amurallada La Valletta (bautizada así en honor al Gran Maestre Jean Parissot de la Vallette) y erigieron bastiones en las islas.

Pero durante los siglos XII y XIII, a medida que remitía la amenaza otomana, la Orden cayó en declive…Cuando la orden desembarcó en la costa maltesa en 1798, los caballeros se sometieron a los franceses sin oponer resistencia. Fueron desterrados de Malta, pero la orden se negó a disolverse. Pese a que continúan apátridas, los caballeros mantienen en todo el mundo su labor caritativa y religiosa.

Un claro ejemplo de la influencia del dominio de la Orden en Malta, es el Grand Master’s Palace en La Valletta. Construido entre 1573 y 1578 por Gerolamo Cassar , es un elegante palacio que hoy en día es la sede de la presidencia y del Parlamento maltés pero que durante más de 200 años fue la residencia del gran maestre, jefe supremo de los caballeros de la Orden de San Juan.

Otro edificio construido por el mismo arquitecto del Grand Master’s Palace es la Co-Catedral de Malta que comparte honor e importancia con la Catedral de San Pablo en la ciudad de Mdina. Tras la austeridad de sus muros externos se esconde una auténtica obra maestra del arte barroco, con frescos de Matia Preti, pinturas de Caravaggio y frescos de Rubens.

El símbolo de la Orden de Malta es la cruz de ocho puntas tan característica y presente por todo el país. Al parecer las ocho puntas simbolizan las ocho bienaventuranzas y las ocho langues de la Orden. Los cuatro brazos de la cruz representarían las cuatro virtudes cardinales: fortaleza, justicia, templanza y perseverancia. Pese a que tradicionalmente la cruz se asocia a la fundación de la Orden en el siglo XI, este icono no se extendió hasta mediados del XVI.

arquehistoria







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